Nuestro ardid clandestino
es el punto fijado, sitiado.
Quién mata a los poetas y a los pintores?
como a los dioses del triste ocaso.
Total para que esta inmunda realidad...
si este bosquejo es la vida
para que creo en lo que lucho
si no creo en quien me mira,
y en el delirio de quien me escucha
y en su herida y en su dolor.
O será la abstracción de las penas transitorias
humedecidas y olvidadas,
en el abandonado corazón.
Será la mujer que amo,
quien me hizo creer en mi locura,
y olvidarme del miedo y la pavura.
y salir a caminar...
Su voz es mi camino.
Y con sus vigilantes ojos
alumbra mi contrariado destino.
Nuestra militancia es pura
aunque a otros se les convierta en duda.
Nuestros sueños,
insurgentes,
son sus pesadillas más temidas... en medio de la sien.
Al abismo del exilio
es donde hoy habitamos y resistimos.
Esta resistencia conspicua
de los conscriptos de la voluntad,
que no le tienen miedo a la verdad
y que solo la fuerza de la unión da,
el fruto de la libertad.
En este “mondo dificchile”
donde están sitiadas las ideas
donde abunda la ignorancia y el sometimiento,
la opresión y la avaricia,
la intolerancia y la arbitrariedad convencional,
junto a la negación permanente,
inundan nuestras calles...
Por eso es necesaria una rebelión,
a cargo de la voluntad de la iniciativa
y del delirio de los sueños infinitos,
donde una revuelta radical del alma,
sea la ultima manifestación natural
de nosotros los hombres,
sobre esta desbastada,
codiciada y humillada TIERRA.
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