sábado, agosto 09, 2008

¿Cómo llegamos hasta acá?

Miro una foto y veo que ya no soy de mí.
Que aquellos locos que habitaban en mí,
le dieron paso a
otros locos loquitos que coparon
y me sacaron de si.

La vida pasa y vaya si pasa,
y yo,
sin reflexionar
sin reflexionarlo todo…

Leo derrotas anteriores,
recuerdo pesadillas transitadas,
que no son lo mismo que transitorias
triunfos ajenos pero con el gran detalle de que…
ELLA siempre está allí…

Los sin sabores pasaban,
mañanas tristes muy tristes,
encierros pesados…
y yo sin poder verte la cara…d
La sonrisa mueca de vida…
y esas arrugas al costadito del ojo
ahí no mas como quien no quiere la cosa…
y el fin…

Y las muelas bien pero bien apretadas.
En un invierno turbio y por demás agitado
deslizándome por toda la oscuridad
y con muchas heridas por curar…

Fundó la melancolía al otro lado de esta ventana.
Belén quizás me brindo la serenidad que provoca tu alegría
Y el correr de ellos mientras juegan a crecer
Plasman la sensatez de que todo,
Al fin puede ser otra cosa…


Me invoco a la realidad y les juro que fui otra rara persona,
no sé, si mejor o peor, mas buena o menos mala…
No se trata de eso,
sino de ese cambio irremediable,
que emerge impoluto
pero dando la certeza concreta
de que la ruptura trae consigo
otra nueva mañana…

Nada se pierde todo se transforma…
Un pasado lejano, otro reciente
Y un presente inimaginado.

¿Cómo llegue hasta acá?
¿Cómo llegamos hasta acá?

A pura tempestad que propone la vida
A puro sacrificio de poder seguir amando…
aunque cueste siempre un poco mas…
y donde ya no tengo el tiempo de ni llegar a tiempo
y las noches cada vez llegan más rápidas…
Enredado me abrazo a la mágica coincidencia de saberme a tu lado…

Y los libros? Rebeldes compañeros
Donde tantas veces me protegí…
Y su sabiduría?
Ya creo no recordar absolutamente nada.
Miro a esos parches tan húmedos,
y los miro hacia adentro
escuchando su retumbar
en aquellos locos escenarios
vacios de impávidos espectadores…

Diarios de viajes apilados…
Flores que nunca te regale…
Y los fantasmas en muletas que visitan mi lugar…

Como somos parte de nuestras vidas?
¿cómo somos?
no creo poder verlo…
Estoy ciego de ver…
Cierro los ojos cansados y los veo irremediablemente a ellos
mientras intento aprender a disimulares toda mi estupidez…

Quiero contarles todos los cuentos que no se.
Quiero mostrarles todos los lugares que no conocí…
Quiero enseñarles a bailar con el corazón…


Me suelo perder con la bruma que se aloja en mi espalda
pesada y cansada de tanto andar por las cornisas…
Sencillamente atrapada por los aguijones de la nada.


Me retuerzo en la agonía de tu última mirada…
Siento el sabor en cada despedida…
Y los labios de ayer perdiendo su destino…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Durruti querido, aunque no puedas disimular tu estupidez frente a los buenos designios de tu alma, regala flores a la mujer de la compañía y sigue siendo eso que nos recuerda siempre què es y adònde està. Gracias de nuevo, compañero. Gracias siempre por hacerme repreguntar. Victoria