A los soñadores embalsamados
en camisas de fuerzas
a los fanáticos de las nubes.
A los que vinieron a trastornarlo todo…
A los que desaparecieron inexplicablemente
a los suicidas de los excesos.
A los diez pintados en las espaldas
A los que dios les prestó la mano.
A los que discuten con las sombras
a los que se enamoran a la fuerza,
y sufren a contradanza…
A los que habitan en los naufragios
a los que los perdió la tristeza
A los que se van cuando quieren
A los que nacieron en el barro,
a los que se inventan a pura magia
a los que lo lloran todo
Y no se guardan nada…
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