domingo, abril 05, 2009

Almas... sin alma

Existen varias clases de almas y seres sufrientes.
Están aquellos que padecen por abundancia de vida, desean un arte dionisíaco y comprenden al mismo tiempo la vida en forma trágica.
Están por otro lado los que sufren la vida empobrecida, para quienes el arte y el conocimiento son silencio, entrega personal o, a la inversa, borrachera, crispación, estupor y delirio… y hasta en algunos de manera incesante.

Pero también están aquellas almas, las que bañan la realidad con el suspiro que les regala el arte, ellas como amantes de lo delicado, le temen a la rabia que propone la calma y lo dejan todo por la causa de la libertad.
Los artistas y los políticos, que también son tiranos, irreverentes e insensibles, se complacen mediocremente en forzar la his­toria para que esta parezca una preparación y una escalera que nos lleve ante ellos.
Como si soportarán más fácilmente la mala con­ciencia que la mala reputación.

Y para diferenciarse existen los alma-pensador, ellas saben conside­rar las cosas más sencillas de lo que son. Viajan en otro sentido, disfrutan de otra dirección.
Ellas naufragan con el ojo interno buscando esos pensamientos que son la sombra de los sentimientos, siempre serán más oscuros, vacíos y simples que estos.

Contaminadas las almas viajan en el vagón de lo que vendrá.
Buscan el sabor de la ilusión, del llamado fortuito, de esa pizca, de ese toque de son.
Fuego fatuo que alumbra tu recorrido incierto.
Tu alma conspicua, brilla en la demencia de este absurdo, insensato y voraz.

Tu alma, la mía, la de ellos… deambulan al abismo del exilio, al abismo de la memoria, al vacio de la renuncia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola gracias por tu invitacion, me encanto tu blog, asiq ue te agregue al mio para ver cada vez que hagas un posteo.
Saludos
Sil