domingo, junio 28, 2009

Laberinto doce: Ayer y Amador

Amador Limao, viste a la antigua, camina pausado, huele diferente, dejo su vida en el siglo XIX. Deambula por los suburbios de la ciudad. Siempre cerca de los desencuentros.
Su andar vago y cansino lo saca y aleja del mundo voraz, violento de imágenes y carente
de estilo.
Mundo irresoluto, con reglas propias para corromper, te invita y te aplasta, te exige y te excluye.

Amador, fija su mirada en los vestidos desfachatados, en las pastillas de colores, lo ensordece el ruido estridente. Nada dicen, solo ansían algo que no será.
Insoportable vorágine, piensa Amador, donde el tiempo se mide desde la tardanza, si ahora ya es tarde.
Todo veloz, todo voraz, hasta el invierno dejará de existir…
Amador Limao no interpreta el sentido de este mundo, vive parado al final de él mismo. Olvidose de existir, ya nada le pertenece.

Viaja en ese tenue vaivén de sus suspiros, en la casta tragedia de la vigilia.
En cada intento de armonía, en cada ojo verde, en cada brisa de sol.
Quizás no sea necesario vivir, sino crear.
Tengo el deber de encerrarme en la casa de mi espíritu y trabajar cuanto pueda y en todo cuanto pueda para el progreso de la civilización y el ensanchamiento de la conciencia de la humanidad – Dice Amador pretensioso e iracundo.

¿Donde están aquellos tiempos de importantes reflexiones, de necesidades insurgentes?
Donde pervive la libertad de los cuadros Delacroix, la paranoia rebelde y locuaz que exponía la poesía de Mayakovsky con su Rebelión de los Objetos.
Atrevidos que se atrevieron a ser.
¿A donde escondieron las discusiones libertarias…?
Amador, ya no sueña con un mundo mejor.
Extraña melancólico los avatares de un tal Moreira. Los guapos y las percantas.
Los arrabales y las milongas. Ese blanco frio que entra por la nariz.
Donde esta el respeto que impone la suela gastada, y la marcha triunfal de la derrota.
Ya no hay pantalones curados a pitucones.
¿Donde quedo la yunta de la esquina?
La grapa del abandonado.
Donde está la vecina que nunca te mira, donde está ese mal de amor.

1 comentario:

martin c dijo...

donde quedo aquel tiempo... donde quedo la utopia de los sueños... estamos en una autopista sin fin pero sin sentido. vamos a toda velocidad en la carrera a la nada para todo. para llegar primeros a ningun lado.