miércoles, julio 27, 2011

La vergüenza no tiene fin...

Siento la ambigüedad que desata la pasión y la contrariedad que expone la angustia de no entender el porque de ciertas cosas y porqué pasan ciertas cosas. Se me hace insoportable saber como seguirá esto. Detesto la desazón de no saber porque hacen esto con lo mas preciado que tenemos. Evidentemente la locura excedió al propio delirio y hasta al más delirante, vamos a los tumbos y una vez mas se perdió el rumbo y no se sabe a donde ir.

¿Quien contendrá el profundo dolor que invade los corazones de tanta gente?

Otra vez y van... se olvidan de lo elemental y sustancial que surgen en estas instancias. Se olvidan pasivamente que para que la fiesta sea completa tiene que existir el público, el hincha genuino... el leal y desinteresado, ese que cada fin de semana expone sus sentimientos más sinceros en la tribuna de turno... ese hincha que pone color, calor, gloria, angustia y hasta en algunos momentos pura rebeldía… ahora parece estar casi todo perdido…digo casi, por una cuestión de preservación humana, en donde el presente vuelva tres pasos para atrás y que no se alteren de manera absurda los burdos acontecimientos que estamos viviendo, muriendo.

Mi vieja alguna vez me dijo; la vergüenza no tiene fin, y yo se lo refutaba en cada controversia. Ahora debo decirle, con la tristeza en la voz, que lamentablemente se encontraba en lo cierto, la vergüenza no tiene fin.

Como haremos los honestos, utópicos, los futboleros de buena madera, el hincha incondicional, los que no tenemos ningún tipo de interés, para entender tamaño abuso, atropello a la razón.

Como haremos para creer que nuestro reducto inexpugnable, nuestra pasión absoluta, nuestras proezas y desgracias, encuentros y desencuentros, lagrimas y eternos abrazos en cada tribuna, quedarán solo en los recuerdos de los aquellos afortunados memoriosos, quienes fueron marcados a fuego, por el mágico, andar y rodar de una generosa pelota, ya que, de otro modo todo quedará injustamente juzgado por un levantar o no, de unas indolente manos en el momento menos inoportuno.

Como quiero tanto mi club. Como le digo que los treinta años, si treinta, leyó bien, que lucho para llegar a donde siempre anheló, pasando por indulgencias, fracasos, tras fracasos, conveniencias re estructuraciones, y que ahora a un año y monedas de haber conquistado la gloria, y luego de mantenerse con una fuerza redentora, todo ese impoluto esfuerzo ya no tendrá sentido.

Como le digo a mi querido club, que el futbol esta plagado de delincuentes, incapaces, holgazanes y cuervos de turno que todo lo devoran.

Sepamos que el fútbol es de nosotros, de los que lo sufrimos, no dormimos, los que juntamos cada moneda para el próximo partido. Los que dejamos todo interés de lado y solo nos brindamos de manera integra e incondicional por nuestros maravillosos colores.

Exijamos el respeto que nos merecemos. Que todos juntos la vuelta vamos a dar…

2 comentarios:

matias dijo...

me adhiero completamente a este sentimeiento. soy de river y soy k , pero esto que esta pasando me da verguenza. habria que organizar un boicot general, sin distincion de colores y dejar todos los estadios vacios, haber cuanto dura la impunidad. abrazo buenaventura.

llisandro dijo...

ojala que algun dia se acabe esta inpunidad en las decisiones sobre lo mas preciado que tiene el hincha.
satisfy my soul!!!!