Laberinto veinte: Adopto vivir...

Germán 38 años, valeroso compañero. Amigo. Padre de familia. Hijo sin familia. Torpe al andar.

Tipo simple con corazón gigante.
Decidió encontrar su lugar, su linaje. Su de donde vino. El origen de su tristeza.

Se enfrenta con animo valor, respeto y rebeldía...
Siente el temor en sus piernas grandes.

Vive los instantes sin tiempos reales.

Son todos cuentos, hazañas y epopeyas de tiempos pasados.

Camina con el corazón en la mano. Tiene su origen allí, al alcance de su mano, esta a un pico de llegar.

Sabe que cuenta con su china compañera. Ella posee esa luz infinita para que él, pueda apoyarse.
Inicia el camino contando los pasos para atrás. Donde fue que nunca comenzó.
Si, esta volviendo a nacer. Quiere ser el bebe, niño, que nunca fue.

Existe una tierra de los muertos y una de los vivos, el puente es el amor puro. Llegó a ese puente y decidio cruzarlo.

Va en búsqueda de ese abrazo que todo lo puede. Que todo lo duerme.
Se acaban los días de hastío, el reloj cuenta las horas para atrás.

El tiempo, su peor aliado, deberá detenerse por 48hs.

Y así que la vida recobre su sentido perdido.
La voz será presencia. La angustia será felicidad.
El amor brillara, una vez mas en sus delicados ojos. Nada le han echo a su fuerte corazón.
El viaje no sera fácil. La ansiedad del re encuentro jugará su partido especial.

Quiere rendirse por fin, ante los brazos de su madre.

Casi treinta y ocho años fueron los que los han separado.

El devenir del tiempo inconcluso tuvo olor a piedad.

Ayer huérfano de amor. Hoy padre. Mañana simplemente hijo.

Y ahí va German 38 años encontró sus dos días para volver a nacer...