miércoles, octubre 31, 2012

Laberinto veinticinco: A modo de discurso...

    Veamos si hoy puedo recuperar el aplomo necesario para dibujar convenientemente las letras. Hoy me desperté con una marcada sensación de disgusto conmigo mismo. Ese disgusto tiene que ver, según lo he podido percibir, con el hecho de llevar ya demasiado tiempo (años quizás) viviendo fuera de mi mismo, ocupándome de cosas que suceden fuera de manera exclusiva. Y, de todos modos, cuando en algunas oportunidades he logrado llevar la mirada hacia adentro, no me he conectado con las partes mas sustanciales de mí mismo sino con los aspectos más triviales, "subconscientes"... los exilios del yo irreverente.

¿Que se ha hecho de mi alma? ¿Pero por donde andará...?
¿Hace cuanto tiempo no se conectan con la eternidad...? quizás, por ello se viva tan mal... quien sabe.

    Esto quiere decir que percibo las cosas superficialmente, que no tengo vivencias, que estoy apartado del Ser Interior; demasiado apartado. Y peor, estoy sin la menor noción de los caminos posibles para acercarme.

    En definitiva, de algo estoy casi seguro, casi. La causa de todo no está, como a menudo tiendo a creer, en los reclamos del mundo mundial más exterior posible, sino en mi apego, mi voluntad o mi compromiso, con estos reclamos.
                                         Debo seguir pensando en esto.

No hay comentarios: