domingo, marzo 03, 2013

Como Cien años...


Nos estábamos preparando. Como lo hacíamos cada vez que había partido.
El ritual de siempre, no se olvida nunca.
Sabíamos que era cuestión de tiempo el grito del viejo que estaba al caer… “dale que en un rato arrancamos..”  y ese grito era el que deseábamos escuchar desde que terminaba la semana.

Claro que en la semana nos íbamos preparando porque papá nos fogoneaba con las formaciones, las posiciones de cada equipo en la tabla, las urgencias y necesidades de cada uno de ellos. Cuestiones que me dificultaban recordar, pero lo seguíamos con entusiasmo. 
Sobre todo teniendo en cuenta que mi hermano y yo tenemos 7 y 5 años respectivamente.
Lo maravilloso del caso es que el viejo nos habla con tanta pasión, paciencia y compromiso como si fuéramos jugadores de primera, periodista deportivos o analistas de algún programa de fútbol.

Este partido era especial, muy especial, en realidad no era un partido sino una fiesta “inolvidable” decían los afiches que habían empapelado el barrio…
Saben que lindo es ver el barrio todo pintado de Blanco y Negro. Dan vida a las paredes. A las portones, calles y esquinas.
Yo, no entendía mucho la importancia de cumplir como cien años... Y me hermanito, claro, mucho menos.
Pero el viejo estaba tan ocupado en eso y tan entusiasmado que daba emoción de solo verlo. Contagiaba alegría, estaba eufórico, si mamá lo viera, ni te cuento.

Durante la semana previa nos tuvo a puro recuerdo. Que gol de acá que tiro en palo de allá… que jugadores desastrosos, que ídolos eternos.
Que tristezas por descensos, que la pérdida de algún loco de la tribuna… que clásicos y corridas, que asados y después…
Revivimos por fotos y vídeos aquel tremendo campeonato de la "B Metro", donde festejamos como locos y hasta entramos al césped de la cancha, disculpen pero mucho más no recuerdo, hasta chupete tenia en las fotos.
Y a partir de ahí, fue todo para arriba. Fue todo tan rápido que nadie podía creerlo.
Así fue que llegamos al histórico al 23 de mayo 2010, donde nos confeso en secreto… que nunca vivió nada así…
Recuerdo que nos dio un súper abrazo y nos dijo cantando: “nos vamos de la B ehhh, nos vamos de la B…” 
Nos miró a los ojos y nos dijo: Allí debo estar, por la ansiedad, por el barrio, por el futuro. 
El presente era difícil, lo sabíamos pero solo era uno el resultado. Ganar o ganar. 
Exponer el barrio en toda su dimensión sentido y pertenencia. Barrio vs. Gran Cuidad.
Debían estar allí, sin dudas, alentando a los colores del corazón. En ese único e irrepetible momento.
Allí fueron, con mis tíos, con los amigos que conozco de bien chiquito, con otros amigos de amigos, con todos, con el barrio. Unidos en esa locura como dice él. 
Claro y como lo imagino. 
Confieso que el partido no lo quise ver, por que soy muy chico para sufrir tanto. 
Y cuando me enteré el resultado, se me llenaron los ojos-ojitos de lágrimas de solo imaginar la tremenda emoción que estarían viviendo allí… 0 a 3 goleada histórica. Y a festejar...

Y por fin llegamos a este presente esplendoroso. Ganándole a los impolutos equipos “grandes”. Ojo acá es donde entro yo, estuve en casi todos esos triunfos. Impactantes. Me imagino para él; que tanto anduvo por canchas que ni siquiera sé donde están…

En cada partido lo espío desde abajo, en el escalón, siento su alegría a rabiar y me la contagia en el cuerpo, también siento los enojos y angustias pero me concentro para qué no me afecten, y decí que por ahora, fueron las menos.
Mamá se enoja mucho por las palabrotas que a veces se nos escapan con mi hermano cuando recién volvemos de la cancha.
Nos dice que eso, ahora, se terminó. Y se acaba la discusión. Mamá es mamá. 

Les cuento, para ir terminado que voy aprendiendo muchas cosas en esta corta vida, algunas lindas y otras no tanta ¿como puede ser que los reyes vengan solo una vez al año? Inexplicable. Cuanto desatino.
Pero también existen las otras, las que verdaderamente valen. Aprendimos con mi hermano en sentir el calor apasionado que provoca cada grito de gol… seguramente esto, será guardado para toda la vida.

Salud viejo por estos cien años.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

GENIAL PA
!!!!!!!
VAMO ALLBOYS CARAGO
TE QUIERO
SOS EL MEJOR ESCRITOR

Unknown dijo...

parece como si los estuviera viendo desde un ínfimo rincón!!!!!!!!!

dario stefanatto dijo...

Me siento reflejado con mi hermano y mi viejo! Realmente tod lo disfruto mucho mas sabiendo que él es feliz y eso me potencia! Me hiciste lagrimear camino al entrenamiento.
Felicitaciones por este emotivo relato.
Muchas gracias Dario Stefanatto

Ruben dijo...

Simplemente emocion pura, cuesta no leerlo y hacersela propia la narracion.
IMPRESIONANTE!!!

La utopía de Irma dijo...

Me quedo de militanta por estos lares, gracias por la invitación.

Abrazote utópico, Irma.-