Cuando pasen los años, cuando pasen...
te darás cuenta de todo lo que te amé
las mañanas sin sombras que te pinté.
Cierto es que me detuve.
Sin poder salir del ruido.
Sin poder mirar al espejo que me miró por ultima vez.
Mientras las deshoras se fueron al desván de los sueños perdidos.
Estas palabras suspiran,
en mi piel, en mis venas,
mis descuidos y mi presente.
Mi herida. Intacta.
Afirmo
sin dudarlo
y con el pulso de mi corazón agitado,
comprender
qué la suerte tan frágil de vivir,
esta ahí
en nuestros imperfectos caminos.
Y qué tu mirada y la mía, se cruzarán
indefectiblemente
en el deseo impertinente de besarse
por ultima vez
y quizás,
para siempre,
en la infinita soledad de los tiempos...
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