Otra vez. La noche.
La noche se me hace inmensa
espesa.
Confusa y deficiente.
Los sentidos se alertan, se alteran.
Me muevo lento y con disimulo
para mantener el aliento.
Mas allá de todo
esta la noche profunda, bien profunda
negra, completa, desmesurada,
Impone su ritmo
me asfixia,
me absorbe en toda su exageración
entre movimientos e imágenes que no
logro definir
y caigo en un profundo vacío que aturde.
Estallan en mis pupilas cansadas
las luces y contraluces como danzas
únicas irrepetibles
decodifico secuencias de planos
superpuestos
al amparo de las voces que susurran los
vientos.
La noche me traga.
Desaparezco por completo.