CON EL PUÑO LEVANTADO Absurda-canallesca la existencia, desgarra, desampara. Te supera, te humilla con su vacío estremecedor. Quedando los hombres, por fin, ATRAPADOS perdidos por el mundo. Sin sus diversiones, sin sus risas, Sin poder ser… Atrapados por el turbulento temor. Iracundo y fugitivo. Temor, que adquiere conciencia, de si mismo, y te posee convirtiéndose en angustia… Toda esa maldita lucidez estremece y ya no se existe, y ya no se puede volver atrás. Por ello, deseo compartir el fuego diabólico-compañero con los que aman la lucha del compromiso. Unírseles a ellos, pistoleros románticos que derrumban los muros del absurdo del egoísmo, de la ambición. Si dejemos a un lado aquellos otros que no poseen el valor de la eterna voluntad de la inquietud. Del morir peleando… Por ello es ineludible la unión con los que construyen el sentido de la utópica dirección, con convicción ella sí es posible. Donde da más coraje la alegría que la pena…
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Mostrando entradas de mayo, 2008
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E ste absurdo lirismo como desarrollo fiel de una iracunda protesta. Desafía los limites de aquella mujer de cabellos fuertes y enigmas eternos. Que necesitan ser explorados… bajo esa luna. Durante la oscura noche. Rigurosa la convención de los escrupulosos afectos sin pasión y paralizantes. Cansados por esa falta de pasión mueren en la prisión del engaño sin besos en la frente sin ir mas allá… Filosos sueños oscuros rebeldes y sin razón enredados, en los inoportunos delirios que brotan de los estadios del alma, como fuerzas contenidas en el universo desorden del subconsciente en todas sus formas apenas vistas apenas soñadas…
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GRACIAS A la fiesta de los locos, A la corte de los milagros, A la ebriedad y la vagancia Gracias, A la fastuosa militancia... A los atardeceres Al viaje en tren A la lluvia copiosa A la voz de la madera cantando en la salamandra. Gracias, Al cansancio de la espera Y a la eterna esperanza... Gracias, Al oscuro silencio Que vigila nuestra soledad... Agradezco, A la misteriosa nada A la sonrisa de MI VIEJO. A las sinceras lagrimas en sus ojos... Me posee, el resplandor desnudo la amistad de los libros Y el humo espirituoso...