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Mostrando entradas de septiembre, 2008

Desde otro lugar

Aun no entendí porque no me quise quedar… solo sé que me tuve que ir. Navegamos los días en ese solo dia mientras ahí afuera, ladraron todos los perros, otra vez pasaba el espanto. Era un dia sin un dia, eran vidas que contar, y los recuerdos a flor de piel, de su piel. El viento levanta toda la tierra posible y hace que los tristes ojos estén aun más llorosos. Como medir todo lo acontecido, toda la incertidumbre de lo que vendrá, como saber, como medirlo en una simple charla de mate, en una simple caída de sol… en una simple mirada de niño. Correteo por mi mente e intento encontrar otra nueva explicación pero la vista se queda impávida en la calle vacía que divide al ser del tiempo, al hombre del martirio, a la soledad del desamparo. Y me vuelvo tormentoso a mí, a vos, a ellos… Si me detengo a pensar en mí, creo que soy viejo desde antes de nacer y los espejos lo dicen cada vez que me reflejo. Pienso en el abuelo de mi abuelo, pienso en mis ganas de ver más nacimientos, pienso en ver ...

Algun lugar...

Desde un lugar hacia otro. Un lugar, otro posible, otro lugar, y ese otro un ningún lugar. Utopías. Hacia otros lugares. Como si no fue posible, lo definitivo ¿será posible? Algo lo impulsa y se pretende idéntico para transformarlo. Los cuerpos atrapados en su ficción, son impulsados a otra parte. Utopías religiosas, populares, poéticas y culturales. Algo se niega a quedarse, pero persiste en la atmosfera, flota en el viento con rumbo al paraíso futuro, hacia otra parte. Paraísos celestes, terrestres o estelares, qué más da. Hay algo que la propia ficción atrapa para impulsar los cuerpos, ¿algo que ver con el tiempo? ¿Movimiento? Hacia islas no desoladas, hacia otros hombres, completando una organización social. Las ciudades, la naturaleza, la realidad, imágenes propias de lo distinto son bañadas de utopías, antiutopias, distopias. Las del imposible, las de lo ajeno y las de la posibilidad. Sueños o quimeras pero con las alas bien abiertas despejando el camino sin límites. Dos mundos; ...

Cuento para ellos...

Muchos eran los que abandonaban, pocos los que la seguían… Quienes seguían… seguían sin quienes… Los miro dormir en ese fantástico sueño y los siento como bajados de ese planeta color púrpura al que tanto les gusta ir de viaje… y les digo, no debieran volver nunca pero nunca más… allí sí que van a estar mejor… Que nos faltará para que la utopía venciera a la realidad… …como es que la están derrotando… hay Valen, hay Feli, que palabras, cuanta emoción… algún día, me tengo que acordar y contarles sobre, aquellos delirantes y Militantes de Utopías… Sí, enanos de mi corazón… ningún lugar, ninguna palabra… a la tierra de nunca jamás, es donde algún día los debo llevar… es ahí donde habitan los ángeles que ustedes me enseñaron a llorar…