militante de utopías

El crujir ya no se escucha como antes. Tiempo atrás, hubo hombres que se revelaron, y vaya si lo hicieron, contra el yugo del tirano. Desde las entrañas, una fuerza redentora los alimentaba, subía súbitamente por las venas e imprimía vigor a sus ideas. Ideas, ideas precisas, ideas con alas, ideas que tenían un calor volcánico que emancipaba a las consciencias y se hacían fuertes y con el corazón entero. La quietud fue removida. Los cimientos temblaron. El ogro de turno sintió temor, vio peligrar sus fuerzas, sus dominios. Sangre corrió, las heridas, se secaron al sol. Un trueno violento hirió de muerte a lo que estaba creciendo. Muchas veces sucedió esto. Una y otra vez, el mundo ardió con fuego libertario. A pesar de las batallas el poder prevaleció. Si la utopía es el no lugar, la guerra se libra en el no lugar. Palabras, ideas, sentidos expresados sobre un viejo y triste lienzo, sobre un papel, sobre un pedazo de celuloide, llenan los tortuosos espacio vacíos, mientras se derrochan ...

A esos que, fuman ese el maldito pucho a la mañana para olvidar la infinita noche anterior. A esos que, lo lloraron todo y no se guardaron nada… A esos que, con la nariz rota piden una vuelta mas. A esos que, con un suspiro te cuentan toda una vida. A esos que, miraron el techo durante toda una larga noche. A esos que, mordieron la loza y no se olvidaron del polvo. A esos que nacieron entre los frios muros del olvido y sin perdón A esos que, sueñan con las abuelas pero solo las del corazón. A esos que, Se enamoraron de tu furtiva mirada A esos que, lo resignaron todo. Y se suicidaron perpetuamente. A esos que, dejan la garganta cada sábado por la tarde A esos que, bañaron el corazón con los colores del barrio A esos que, dejaron las heridas… Secándolas al sol. A esos enanos, Que me dan los besos mas hermosos del mundo…

Incrédulos de primera guardia, culto a la fútil pasión por la nada. Gusto mórbido por lo sombrío y fascinación por los ajenos abismos y los agujeros sin fondo donde perdemos el alma, el cuerpo la identidad, el ser y el interés por todo. Apocalipsis deprimente que nos propone este violento futuro… no pueden librarse de la culpa y el respeto? se mando a mudar. El último de los dioses desaparecerá, con el último de los hombres. Y con él, por fin… Desaparecerá el miedo, el temor… y la angustia, maquina estrepitosa de crear divinidades…

no se mata un soplo, un viento, un excentrico olor... no se matan los sueños, ni las aspiraciones... no se matan las miradas perdidas... no se mata la ficcion, ni la ilusion que brilla en tus sinceros ojos. no se mata la espiritualidad, ni se renuncia a si mismo. no se te ocurra matar a la voluntad. voluntad de poder ser, voluntad de existir. no se mata con la subita pulsion de muerte. no se mata al sufrimiento, se alimenta su pureza verdadera. no se mata a esa lagrima entrecortada ni a esa mueca de dolor... no se mata al que queda rengo al amanecer, ni al que esquiva el ultimo trago. los hombres debemos morir en pleno combate, pero hay una parte que no que soportará todo y se reinventará en todo tipo de subterfugio.