militante de utopías

... c on ojos de vidrio avanzan detenidos en el tiempo. abandonados por su brillos, sin saber a donde ir… Situados por fuera de la realidad no pierden sus tristezas violetas aunque los desbaste el frió temor sin olvidarse el rencor que provoca, la impúdica soledad. no pueden conversar al poeta ya nadie los entiende. Transitan entre náuseas borrascosas y risas cadavéricas, se amontonan en la estación “Desolación” y encerrados por los barrotes del espanto solo buscan ese remediable santo de salir a caminar… Sátiros de figuras insólitas insensatos con pasión, huérfanos de amor y entes sin gloria carecen de caricias sucumben, pues no pueden ver el sol.

Entonces parece que las horas llegan, los tiempos se hacen profundos, y siguen llegando, los días llegan, y esa vuelta de tuerca se ajusta de manera repentina. Puede ser que se fuerce y gire de mas, puede ser que se quiebre por la propia fuerza demoníaca, pero el ahincó está presente para que la vuelta si, se dé. Parece que la hora siempre debe llegar, temprano tarde, que mas da… A veces tan si quiera paso de largo y no se ve… será que todo es demasiado rápido? Banal y sin sentido? El vacio atormenta dicen… pero quien no estuvo súbitamente vacio? No fue necesariamente genial? Como esa respiración profunda que busca salud en el vacio corporal y produce el estrepitoso silencio que atormenta las paranoias corrosivas… Y entonces si no queremos el vacio, con que lo llenamos? A cada cual su momento, y así parece ser…