militante de utopías

T odo esto pasó con nosotros. Nosotros lo vimos, lo dejamos nosotros no lo admiramos. Con suerte lamentosa nos vimos angustiados. En los caminos de hoy yacen dardos rotos. Los sueños están esparcidos. Y los héroes en otro lugar. Destechadas están las casas, enrojecidos tienen sus muros . Errantes pululan por calles y plazas, y sus cielos están salpicados de desdicha negras están las aguas, están teñidas, y cuando las bebimos es como si hubiésemos bebido su muerte. Golpeamos una y otra vez los tristes muros, llegaron a viejos. Son nuestra herencia, como una red llena de agujero s .

A la vuelta, se vivía de la imaginación se pateaba loza… A la vuelta. Vivian aquellos postigos verdes, ellos guardaban nuestros secretos. a la vuelta las margaritas crecían del cemento… a la vuelta las risas de la noche se hacían dia.. a la vuelta había baile a contradanza y mucho grito de gol… a la vuelta era yunta... ¿…y que hacemos? y después vemos… a la vuelta estabas vos, estaba yo estábamos nosotros…

...es medianoche; no se ve ni un tren desde Carabobo a Magdalena. Me equivoco; he aqui uno aparece subitamente, como si lo escupiera la tierra, el túnel de donde proviene. Ya no hay luz, algunos viajeros retrasados lo observan atónitos. Algunos dentro tienen los ojos inmoviles como pescados muertos. Se aprietan unos contra otros, y parece que se los hubiera perdido la vida. ¿Son de verdad ? o ¿son habitantes de otra luna? en esos momentos uno se tienta a no creer, pero la realidad elige otro triste destino. El tren, apurado por llegar a la ultima estación, devora el poco espacio que parece verde y hace crujir los rieles... y se aleja una vez mas... Entre tantos errantes, encuentro uno con los codos apoyados en las rodillas, la cabeza entre las manos, irresoluto y estupefacto, se pregunta con su mirada perdida, si es realmente eso a lo que se llama "caridad humana"...