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Mostrando entradas de diciembre, 2011

... y un día nos salio...

Estábamos muy nerviosos, la habíamos practicado una sola vez, pero nos deciamos con una animo arrollador que era tan perfecta, que no podiamos fallar. La clave era "tirarla" en el momento justo, en el momento que el partido lo demandase. Habia que tener paciencia. Nuestro instinto nos avisaría cuando seria el momento oportuno. Ya paso mucho tiempo. Y mucha vida de aquello pero sin embargo, el olor a pastito lo recuerdo como si hubiera sido el sábado que paso. Estábamos muy bien armados. Y siempre con la motivación bien alta. Por ello nos encontrabamos en la tan ansiada final. El rival superior en todas sus lineas, nadie podía objetar esto. El escenario no era alentador. Pero los partidos hay que jugarlos nos decían los grandes. Sabíamos que lo nuestro era pura rebeldía. Ambición y supervivencia. Solo debíamos pegar en el momento justo. Y con ello llevaríamos toda la alegría para nuestro barrio. "El barrio" que lo exponíamos en cada gambeta, en cada quite, en cada...

Carta de un niño a sus Padres

Se lo mucho que ustedes me quieren, cada uno lo demuestra permanentemente en cada lugar, con cada gesto, y en cada echo que nos une y nos toca vivir. Por eso, esto que ustedes sienten hacia a mi y lo que yo siento por ustedes, necesito que me den la posibilidad de ser libre de crecer de la manera más pura y alejado de la mayor cantidad de obligaciones y presiones. Déjenme ser niño, que a mi me gusta serlo. Déjenme vivir la edad que tengo, pues solo pasará una vez en mi vida. Creo recordar, como saltaron, gritaron y emocionaron, cuando di mi primer paso, pasito… pues ahora, creo, estoy dando otro, no tengan miedo, o mejor dicho y si es posible, no me lo trasladen, soy un niño, y esto solo pasará una sola vez en la vida. No planifiquen tanto ni con mi vida ni conmigo. No se desesperen por mis derrotas y menos aún no se sientan derrotados, pues el dolor que me produce perder termina cinco minutos después del partido. Lo único que...

Plegarias...

Los permisos del azar... y sus consejos a contramarcha... y vos, con tu enojo a flor de piel, nuestra culpa, secándose al sol... Enanos de mirada fastuosa, me indagan con ella, sobre su futuro repentino a donde ir sin ellos... a donde ir sin vos... Plegarias de recién venido alas noches, vuelan como antepasados. Esclavo de amanecer inoportuno caminante de viento en contra... abrazado al ultimo adiós... enigmático y compañero...