Hoy no hable ni un momento con ellos, en realidad una vez sola y por teléfono. Y estoy seguro, pocas veces lo estuve, no me alcanzó para nada. Me faltó esa dosis de vida que me inyectan para que la vida misma pueda continuar. Ayer, hoy y mañana. Improvisada la noche cayó estrepitosa y se hizo bien noche. Sin titubeos. No hubo vueltas. Se hizo noche y profunda. El televisor de fondo devolvía el partido de Racing, alumbraba con sus destellos la oscuridad de la noche cerrada. Levanto la vista del libro que estaba leyendo con entusiasmo, y veo que el arquero es expulsado. El equipo no tenía más cambios y ante ello, decide atajar el numero 5 el volante central. Todo ello me lleva de manera inevitable a imaginar la cara de ellos, su adrenalina al ver tamaño disparate deportivo. El 5 va con actitud y compromiso. Se calzó el buzo de héroe, los guantes y chasqueo dedos y manos como si hubiera sido arquero de ...