Declaración
Te espero animado en la penumbra de los olvidos organizando los silencios. Descartando los vacíos... Escribo tu nombre en el aire mientras dibujo tu sonrisa y tu desvelo para adornar la oscuridad de otra noche cualquiera. Cierro los ojos. Te tomo de la mano. Mi corazón vibra excitado. No te puedo soltar. La noche del mundo comienza su rutina. Brillan ocultos las primeros luceros, parece la ultima noche. Me habita el ardor subiendo por las venas. Mi boca te huele en el infinito. Espero herido la tormenta de ayer con un ejercito de abrazos. Y todos... todos para vos. Regreso de mi hastío a pura confesión indómito mi corazón tan noble de paz advierte otra desolación profunda que cae al vacío... Necesité perderme entre los bravos suspiros de tantas noches eternas para volverte a encontrar.